He tenido que recurrir al uso de la escrita, hace ya varios días he tenido ciertas inquietudes que me invaden diariamente fortuitamente, manifestadas en pensamientos, teorías, reflexiones y observaciones de lo que me rodea y he vivido en mis cortas décadas de vida. Me invaden de manera continua y han llegado al punto de impedirme conciliar el sueño en las noches, mas sin embargo es algo que me encanta, porque son universos en los que me pierdo y en ellos he encontrado varias respuestas a estas inquietudes ya mencionadas.
Hace ya un par de años he llegado a la oportuna realización de que somos nosotros los propios agentes que decidimos cómo se ha de desenvolver nuestro día a día, cae en nosotros no solo la agilidad sino la responsabilidad de establecer como es que queremos que nuestras vidas se contextualicen y desarrollen a lo largo de nuestro recorrido en este mundo tan impredecible y sorpresivo, ya sea por lo que nos rodea, las coherencias o incoherencias que son prevalentes en nuestra sociedad que eventualmente puede que sean los mayores causantes de nuestros éxitos o desesperaciones como individuos, o las simples emociones que como humanos sentimos e influyen mucho en lo que nos personifica y al mismo tiempo en como interactuamos con los que nos rodean ya sea de manera positiva o negativa. Lo que me lleva a mi punto y a la única razón por la que estoy haciendo uso de estas palabras para no solo tratar de inmortalizar mis pensamientos, sino para compartir mediante estas palabras, inquietudes que quizá podamos compartir y cabe la posibilidad de que ya hayan rondado sus pensamientos porque tengo la fuerte certeza de que es el caso.
Me impresiona mucho como el ser humano en general es muy dado a la negatividad, la mayoría de las veces se apodera de nosotros rápidamente y es un estado emocional al que optamos concientemente o inconcientemente, algo que me disgusta en lo personal por las malas connotaciones que esto implica y quisiera poder evitar siempre, poder erradicarla completamente de nuestra realidad. Puede que esto se deba a las tristes realidades a las que somos expuestos en nuestra sociedad, a la imposibilidad de realizar lo que queremos, a los turbios pasados que aun son recurrentes en nuestro presente, al constante bombardeo de los medios de comunicación presentándonos mayormente desgracias que nutren nuestras depresiones y negatividad, ya sea por problemas familiares, organizacionales, laborales o personales que muchas veces ignoramos pero sabemos que están presentes dentro de nuestro existir y nos consumen. Teniendo todo esto en mente y aceptando que muchas veces he sido victima de esta negatividad que nos persigue incesantemente pienso que es algo que debemos combatir de forma directa.
Hace unos meses tuve la oportunidad de ver la película One Who Flew Over The Cuckoos Nest, una película estadounidense que es basada en la novela del autor Ken Kessey. Es una muy buena película y tiene como protagonista a Jack Nicholson, película que lo llevo a ganar el oscar, una producción cinematográfica excelente y altamente recomendada. Para aquellos que no han tenido la oportunidad de verla aquí les presento una breve sinopsis que creo que va ayudar sustanciar el mensaje que estoy tratando de compartirles. Jack Nicholson encarna a un hombre (Randle Patrick para ser mas exactos) que ingresa voluntariamente a una institución mental, presuntamente por su trastorno mental. Estando ya en esta institución Randle interactúa con los otros pacientes y es caracterizado como rebelde por el personal del lugar dada su actitud rebeldía y desacuerdo hacia las reglamentaciones institucionales que existen en el lugar y el trato que los pacientes reciben, por el simple hecho de estar “locos”. Pasa el tiempo y Randle desarrolla amistades con los pacientes, y trata de normalizar sus vidas y sacarlos de la miseria ofreciéndoles su amistad y tratando de exponerlos a simples realidades del mundo como jugar al baloncesto, ver la televisión hasta salir de los predios de la institución mental para experimentar el mundo real, lo que resulta en un mejoramiento emocional increíble en los pacientes que son victimas de la depresión. No les cuento mas para no arruinarles la película pero esta película en si sirve como una excelente alegoría a mi mensaje. Veo a los pacientes de esta institución como a nosotros mismos, veo como fuerzas mayores que nosotros dictan nuestros estados emocionales apoderándose de nuestras iniciativas sumergiéndonos en la negatividad.
Se que aun no he vivido las adversidades que muchos han sufrido y la vida no me ha dado golpes tan fuertes como a muchos, pero se que vendrán eventualmente. Los invito a que sonrían mas a menudo (es probado científicamente que prolonga la vida), a que aprecien lo que los rodea ya sean nuestros familiares, amigos, colegas porque no sabemos cuando se separen de nuestro lado o las nuevas cosas que la vida nos pueda ofrecer; a que miren mas allá de la negatividad, a que no confundan el deber y la responsabilidad con la falta de afecto, a que miren las cosas no solo por su valor superficial sino por la sustancia valiosa que hay en nuestro existir, a que dejemos a un lado las enemistades y sepamos identificar y reflexionar el efecto y daño que nuestras acciones y tratos puedan resultar en los otros, a que no se dejen llevar por el que dirán (después de todo no son ellos los que nos dan de comer), a que dejemos el pasado atrás y lo usemos como un simple mecanismo de aprendizaje para vivir una vida tranquila llena de logros y éxitos, a que construyamos nuestras vidas y futuros de la mejor manera posible, a que vean a la felicidad como una necesidad envez de un lujo inalcanzable, porque es algo que bajo mis convicciones quiero realizar. Gracias por tomarse el tiempo de leer esto, era algo que quería compartir y tenia la fuerte necesidad de escribir.
G. C.